Sentada con el rostro pálido
así estaba mi madre
sin ninguna expresión
a una fina silla atada,
perdida en el vacío su mirada...
Hermosa residencia, de piso brillante
donde mi madre reposa...
de su techo cuelgan, lindas canastas,
con sus verdes hojas....
La acaricio, mi mamita tiene sus manos frías
tiemblan sus débiles mejías....
Es la falta del calor...
del calor de su hogar.
¡Fría y lujosa mansión!
a mi madre has aprisionado...
La tomo de sus manos, la hago caminar
arrastra sus cansados pies,
la llevo del brazo...
Observo otros rostros,igual o
en peores condiciones....
¡Qué solos están los ancianos!
Dentro de mi gran tristeza,
gozo escuchando, las frases
que sin sentido me dice
con su vocecita temblorosa...
Y, mi memoria y mi corazón,
como una grabadora acoge sus últimas palabras...
Luego, llega la hora de partir...
La siento en su silla, vuelven a atarle
le beso en la frente...ella me dice adios...
De mis ojos brotan lágrimas, que
se ahogan en el fondo de mi ser...
Regreso...y me pierdo en la fría carretera..
Es un día lluvioso...
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