Sola, sola me encuentro,
dentro de mi cerebro
viajan de un lado a otro,
mis ideas, van al encuentro
de la tan ansiada quietud...
quiero entender el porque de mis impulsos...
Entre tinieblas mis pensamientos,
tienen tal fuerza y dominio
que no logran encontrar la calma,
el mundo no comprende
que hay una tormenta, una guerra
que se desata dentro de mí,
quiere mi garganta soltar un grito,
un grito, que la libertad me de,
deseo la aprobación de otros
pero nadie me entiende,
vivo en una prisión, cuyas rejas
han aprisionado mi mente.
Es como una telaraña
todo mi cuerpo busca una salida,
soy como un huerfano, como un ciego,
que busca la luz, que viaja por la noche,
buscando el amanecer, amanecer que nunca llega,
que espera todo y no obtiene nada...
¡Cuán lejos está la felicidad!
Abrupto camino lleno de obstáculos por vencer
me revelo y quisiera correr y no caminar
para no ver ni tropezar,
avanzar con toda certeza,
ser como todo lo que me rodea...
Me siento como una estrella en el infinito;
pero como una estrella apagada,
que viaja sin rumbo ni trayectoria...
¡Quien pudiera entender este dolor
que a mi pecho agita!
Los seres que más quiero se han alejado ,
por eso para mí, las noches son eternas...
¡Señor ten piedad de mí!
Haz que los que un día me amaron
me comprendan y no me olviden...
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