Por las madrugadas
de verano e invierno
caminaba la niña,
con su madrecita
hacia la escuelita
de la ciudad, para el pueblo,
la madre impartía el saber...
La niña con su bolsita,
y su uniforme de manta
la acompañaba a recibir sus clases,
en el verano por carretera,
en el invierno por veredas,
según se daba la situación...
Dos almas felices eran...
La humildad y la sencillez
de ellas, armonizaba,
con la nobleza de aquellas criaturas...
Siempre juntas y felices
vivían su mundo..
mundo que querían conquistar...
la maestra era su madre
y ella era su ángel...
Su sonrisa y sus caricias
eran de su niñez ,la delicia...
La escuelita junto a la arboleda,
los naranjos, el tamarindo y otras
daban sombra y frescura a los patios...
Los niños jugaban alegremente
respirando sus aromas...
En el invierno bajo la lluvia
por grandes lodazales
caminaban con sus pies descalzos...
Nada ni nadie les detenía
su llegada a la escuelita...
La niña con sus amiguitos
al terminar sus clases
se dirigían hacia la barranca,
junto a los patios de la escuela,
cortaban bellísimas flores,
entre ellas los quiebra cántaros
que tanto a su madre le gustaban...
otras caminaban bajo la lluvia
mojando sus pies y sus ropas...
perseguían mariposas y
escuchaban el canto de las aves
el gorrión el cenzontle,y
el dichoso fui entre otros...
Por las tardes al ocultarse el sol
se reunían en la plaza
después de escuchar, junto las demás personas,
"La palabra de Dios", que el
"Señor Cura" expresaba con mucha sabiduría...
Escuchaban la música de moda
que la cinquera tocaba...
Hoy con el pasar del tiempo,
¡Como añoro aquellas épocas!
´épocas, que quedaron atras
pero no por ello olvidadas,
épocas que desearía volver a vivirlas
épocas que traen a mi memoria
a mi dulce y tierna madrecita...