¡10 de mayo! ... ¡Que alegría!
pero tú, madrecita ya no estas...
Estoy en medio de una algarabía,
más la dulzura y la entrega de tu amor,
de mi memoria, no desaparecerá jamás...
La tristeza y la angustia me traen dolor,
Sin tí, madrecita, mi vida es oscura
tus ojos, tu vida, eran i luz
fueron el faro que alumbraba,
acompañando mi pesada cruz...
El recuerdo es mi amargura,
porque mi ingrato corazón,
jamás pudo compensar
aquella gran abnegación....
La vida me cambió el pensar
y me alejó ... creyendo
encontrar en otros senderos
la felicidad que tú me diste...
Lentamente fui cayendo...
Creí encontrar amores sinceros...
pero tú, madrecita, recibiste
uno a uno los pedazos
de mi corazón hecho retazos.
¡Mamita mía! Siempre estuviste...
Este día, nada puedo ofrecerte,
tus ojos se cerraron para siempre...
El haberte perdido me atormenta...
Tu cuerpo yace frío e inerte,
porque Dios es omnipotente,
su poder, de mí, te aparta...
Espero con alegría su llamado
para estar contigo
en mi última jornada....
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