Al despertar cada mañana
mi vista se llenaba de alegría
al mirar hacia tu ventana
mi imagen te sorprendía
tus ojos me acariciaban
y todo mi ser se estremecía
Las horas se estacionaban
el tiempo en mí se adormecía
y en el cielo se dibujaban
estrellas de mil colores
Por fin tus pasos se encaminaban
y mi corazón lleno de amores
su palpitar aceleraba
nuestros pasos encaminabamos
hacia el lugar donde nos esperaba
el mundo que soñabamos
las horas eran nuestras aliadas
ellas comprendían nuestro amor
las arboledas muy calladas
nos iluminaban con su verdor
Tan bello era nuestro romance
que ajeno al pasar del tiempo
los fugaces instantes no parece
que les importase lo nuestro....
17/7/2011.
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