Lindos cabellos la plata,
¡Brillantes como la espuma del mar!
Así te recuerdo madrecita
de dulce y tierno mirar,
tus lentos pasos escucho,
te veo pasear por el jardín,
mirando las flores de mil colores,
aspirando la delicia de su aroma,
flores que un día tú plantaste...
Hoy es un triste invierno, gris,
cada día, tu caminar recuerdo
cual triste golondrina, que vuela
hacia lejanos lugares...
¿Dónde estás madre mía?
mis ojos con ansiedad te buscan
en el infinito cielo, entre las estrellas,
y mil lugares más...
Escucha mi lamento madre mía
derrama sobre mi alma atormentada
tus bendiciones... como siempre lo hiciste
desearía volver a ser la niña de tus amores
aquella que mis cabellos peinaba,
aquella que mis errores perdonaba
aquella que mi llanto enjugaba
aquella que en tu rostro encontraba
la paz y la felicidad...
¿Dónde estás madre mía?
Quisiera encontrar de nuevo
todo aquello que me diste...
y que un día lo perdí....
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